DESVÍO HACIA EL GRAN CAÑÓN.

En Arizona hay un pueblo llamado Winslow, con una esquina con hilo musical. Donde los Eagles colocaron a la chica de la camioneta Ford y ahora suena “Take it easy” en bucle, mientras los turistas se lo toman con calma.

Siguiendo el camino de la Carretera Madre, también hay un cráter de meteorito que se puede visitar, un hombre que sacude el látigo en la acera y una pequeña población con un tren de vapor, tiendas de souvenirs y cafeterías llenas. Se llama Williams y es la entrada al cañón más famoso de Estados Unidos.

El Gran Cañón no forma parte de la Ruta 66 pero, sin duda, es una parada obligatoria y solo supone un pequeño desvío. Allí el río Colorado trabaja de sol a sol mientras los cuervos planean por su garganta. Los colores cambian según la hora del día y la pizza sabe mejor.

Para disfrutar del amanecer en el Gran Cañón lo mejor es dormir en cualquiera de los hoteles que hay dentro del parque.